La visualización en el coaching y en el mindfulness

04 Ago La visualización en el coaching y en el mindfulness

Anoche me quedé preparando una de mis sesiones de coaching. Leía sobre los tibetanos a raíz de esta noticia y me ha venido a la cabeza Bután. ¿Conocéis Bután? Es un país situado en la cordillera del Himalaya con 700.000 habitantes (España ronda los 47.000.000 hab.) y que es conocido mundialmente por haber creado el Índice de Felicidad Interior Bruta. Sí, correcto, lo habéis leído bien. No he dicho Producto Interior Bruto (PIB) sino FIB: Felicidad Interior Bruta. Este índice guía su política y su modelo de desarrollo. Para los ciudadanos de Bután, la mayoría de los cuales practican el budismo tibetano, el progreso de su país no se debe medir estrictamente a través del flujo de dinero sino también teniendo en cuenta la felicidad. Les preocupa el bienestar económico, la salud, la educación y diversidad y la resiliencia ecológica. Es, de hecho, uno de los dos únicos Estados del mundo que no contamina (el otro es el Vaticano).

 

Le llaman el reino de la felicidad y su arraigo en la filosofía budista ha tenido mucho que ver.

De la doctrina filosófica y religiosa podemos aprender un sinfín de prácticas, pero hoy quiero compartir con vosotros la visualización. ¿Habéis oído hablar de ella?

Es una técnica muy presente en la cultura budista y muy usada en el coaching y en el mindfulness para conseguir un estado de relajación profunda. ¿Cómo? Pues se trata de transportar a la persona a una situación futura y deseada, a un momento nuestro deseado. Imaginarlo, palparlo, sentirlo y olerlo; como si estuviera pasando de verdad. Y una vez allí, se invita a la persona a que describa lo que siente, lo que huele, lo que percibe y lo que se dice a sí misma.

Entonces, al sacar a la persona de esa situación de visualización y “devolviéndola al presente”, es capaz de experimentar qué es lo que quiere lograr. Y este ejercicio, repetido en muchísimas secuencias, ayuda a nuestras neuronas a creerse que esta escena ya está pasando, y por consiguiente ayuda a la persona a sentir que puede conseguir lo que imagina. Es, por lo tanto, una estrategia visual para acercarse a un objetivo o meta personal o profesional.

 

Pensar en el aquí y el ahora y nos ayuda a centrarnos en nosotros mismos

Mientras que el mindfulness nos hace pensar en el aquí y el ahora y nos ayuda a centrarnos en nosotros mismos y ser conscientes de nuestro cuerpo, alma y mente; la visualización se focaliza en una meta a futuro.

Esta técnica que nosotros utilizamos solo a veces, los budistas la tienen implementada en su filosofía de vida conectándose con el amor y la bondad, acercándose a sus cuerpos y mentes, agradeciendo cada día a la vida, hecho que los arrima al estado de felicidad. No me sorprende, pues, que el 52% de los butaneses declaró sentirse «feliz»; el 45%, «muy feliz», y sólo un 3% dijo que no lo era.

Hay muchas personas que visualizan cada día situaciones que quieren conseguir en un futuro. ¿Alguna vez lo has hecho? Si estás interesado en una sesión de coaching focalizada en la visualización, mándame un mail y hablamos. ¡Feliz día!

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